Texto: Carlos Noro |
Fotos: Claudio Perez. Facebook Joana Gieco
Una de las grandes novedades de la nueva etapa que tiene a Ricardo Iorio como solista fue la incorporación de los teclados en canciones de su repertorio que no siempre tuvieron arreglos de ese tipo. Tal vez por eso, charlar con Joana, que además es la única mujer que aparece como miembro estable del grupo (Carina Alfie aparece como invitada en algunos temas) sirve para conocer algo de la intimidad musical de este proyecto que lleva dos años y además descubrir algo de Chulpa, el interesante proyecto que la hija de León Gieco grabó hace un tiempo con su padre oficiando de productor.
¿Cuál fue tu primera reacción cuando Ricardo te ofreció ser parte de la banda?
Cuando Ricardo me llamó me pregunté “¿Y yo que voy a hacer? Si está perfecto así ¿Qué puedo agregar?” Pensaba en la guitarra, batería, voz y la potencia y no me veía (risas).
Pienso en la historia de Ricardo, en la mención de Seventh Star (Disco cuasi solista de Tony Iommi bajo el nombre de Black Sabbath que tuvo a Glenn Hughes como cantante y mucha presencia de teclados) en Almafuerte y la recurrencia de hablar de Deep Purple como referentes ¿Vino por ahí su pedido?
Totalmente. Me dijo que escuchara ciertas bandas y discos algo que fue un algo ajeno porque yo ya venía escuchando esa línea de rock pesado. Obvio aparecieron Sabbath, Purple, Ozzy…
¿Hay alguna banda que no esperabas que te recomendara?
Emerson Lake and Palmer (risas)
Me imagino que te debe haber descolocado al pensar las canciones más pesadas de Ricardo.
Fue una sorpresa pero al comienzo, pero después de convivir con Ricardo día a día me di cuenta que tiene una mente muy abierta incluso musicalmente. A partir de ahí me dejó de sorprender, principalmente porque puede pedirnos cosas re distintas e inesperadas.
¿Vos aportaste algunas bandas y sonidos también?
No, porque siempre respeté lo que él me pide a mí. Se dio que me dio lugar a que haga algunas introducciones como por ejemplo en canciones como “Cuando duerme la Ciudad” que ya de por si tienen teclado en las que pude sumar algunos arreglos. Obviamente la idea es seguir lo que pide el tema y no irme de esa idea. Yo siempre escuché Hermética, V8, Almafuerte por lo que para mí es un placer total hacer mi versión de las canciones que escuché toda la vida. Siempre espero que a la gente le guste porque tal vez escuchar un piano haciendo un tema de Hermética tal vez no sea del todo digerible para el fanático. En última instancia lo quiere Ricardo, no yo. Lo otro que sucede es que en el último tiempo estoy teniendo algunos espacios para hacer solos en los shows e incluso en el disco que estamos grabando. Creo que ahí está claro mi aporte.
¿El nuevo disco va a ser íntegramente de versiones?
Va a ser doble que tiene veintiuna o veintidós canciones. La mayor cantidad de canciones son temas de Ricardo que quiere cantar porque en su momento no los cantó. La idea es hacer sus canciones cantándolas él y versionando con esta nueva banda. Después hay canciones que de otros artistas que admira mucho y que quiso hacer versiones. El disco se hizo como Ricardo quiso, grabado en varios estudios.
Imagino que más allá de la presencia de Ricardo hay un trabajo de ustedes ensayando para acoplar la banda…
Nosotros acostumbramos a ensayar más allá de que esté Ricardo presente. Él confía en nuestro criterio pero siempre tiene la última palabra, viene y le pone el moño a las canciones.
¿Hay alguien que funciona como director musical?
Ricardo dice que el director musical es Walter Martinez (Ndr. Baterista y ex miembro de Almafuerte). Lo cierto es que los dos años que estamos tocando nunca hubo ni un encontronazo, ni una pelea. Siempre nos llevamos excelente y nos respetamos. La pasamos muy bien y nos reímos mucho. Musicalmente nos gusta lo mismo así que tenemos el mismo criterio.
Viendo estos dos años en retrospectiva ¿Qué cosas descubriste de las canciones que escuchabas y ahora interpretas?
Yo siempre fui muy fan de Almafuerte, por lo que iba los recitales, cantaba las canciones pero nunca me había puesto a tocarlas. Estar trabajando con las canciones y con la música me hizo entender que había elegido bien, principalmente porque la forma de componer y la manera de crear las letras es algo que está muy bien hecho musicalmente. Las canciones están muy bien armadas. Empecé a entenderlas más, a descubrir cosas como por ejemplo combinación de acordes, combinaciones de la melodía con la armonía, letra con melodía, los fraseos, las estructuras y así podría seguir nombrando cosas. Aprendí un montón.
Si hay algo que mantuvo Ricardo en esta nueva etapa es la idea de recorrer la argentina para hacer shows ¿Cómo es salir a la ruta con la banda?
La gente en los lugares más lejanos suele ser la que lo fue siguiendo a lo largo de su historia y que espera a Ricardo desde hace mucho tiempo. He visto gente llorar al solo ver a la banda, lo cual es muy loco. Para ellos es difícil por cuestiones económicas o de distancia ver a las bandas que les gusta, entonces le genera esa emoción, Para nosotros es lindo conocer, personas, lugares, paisajes y convivir con la banda de otra manera. Nosotros vamos escuchando música, o viendo recitales. Por ejemplo el último viaje a Catamarca lo hicimos en micro y pudimos compartir dentro de ese contexto viendo desde un dvd de Pantera hasta Nightwish con distintas cosas y músicas que a todos nos gustan. Ricardo viaja desde Sierra de la Ventana y se suma para compartir con nosotros el día del recital. Comemos, charlamos, nos divertimos y salimos a tocar.
Desde afuera uno ve a Ricardo por televisión y por momentos parece un personaje difícil para convivir ¿Cómo te llevás con eso y con algunas declaraciones de él que tal vez no compartís?
Pasa que cuando lo conocés te das cuenta y comprendés ciertas cosas, más allá que compartas o no su pensamiento entendés por donde viene su lógica. Igualmente su pensamiento obviamente es una cuestión de él, acá estamos por la música y por su material artístico por lo que en algún punto lo que diga o si es personaje o no, nos excede. Yo se separar las cosas y sé que lo que me une con Ricardo son muchas cosas, es más hay más cosas que me unen que cosas que me separan. Se la clase de persona que es Ricardo y más allá de que no compartamos ciertos pensamientos yo sigo confiando en él. Sé la persona solidaria que es. Para muchos es fácil guiarse por lo que ven de Ricardo en televisión porque es su cara pública pero muchos no tienen la posibilidad de saber qué hace, a cuantas personas ayuda, cuantas obras de bien hace. Yo me baso en eso.
¿Qué cosas te unen con Ricardo?
Me une la música. Me unen lo que dicen sus letras, me siento identificada con lo que dicen sus letras. Me unen sus melodías, la forma de componer, me une la visión solidaria que tiene y fundamentalmente me une que Ricardo es una persona verdadera, no es careta entendida como una persona que finge ser una cosa y es otra. Ricardo es una persona como cualquier otra, tiene su lado oscuro como todos pero es una persona que me transmite mucha fuerza, mucha energía, no es alguien que me produzca melancolía o tristeza, es alguien que me tira para adelante.
¿Sentís que Ricardo está en un buen momento musical?
Si. Lo veo feliz con lo que está haciendo pero siempre está abierto todo, a la posibilidad de que decida hace otra cosa. Él es así, es un inventor constante, es un generador de cosas. Por eso nosotros siempre tenemos presente que a él en cualquier momento se le puede ocurrir algo nuevo. Conociendo su historia, siempre fue para adelante. Mientras podamos aportar para nosotros está bien, si no también.
Chulpa: “El folclore Andino y el Rock Pesado tienen en común la visceralidad”
Coincidiendo con su ingreso a la banda de Ricardo, Joana había dado forma a Chulpa un interesante proyecto que mezcla folclore andino y rock pesado con la particularidad de haber sido grabado en su totalidad con músicos de La Quiaca, en la Quiaca. Precisamente la entrada a la banda de Ricardo fue la razón para que el disco ya grabado y editado no haya sido presentado ni distribuido por los circuitos acostumbrados, algo que seguramente sucederá en los próximos meses.
El disco lo grabaste en La Quiaca ¿Qué significó grabarlo ahí?
Significa mucho. Se ve que me quedó algo en la sangre cuando mi Papá hizo “De Ushuaia a La Quiaca”. Si bien yo tenía dos años cuando él inicio ese viaje, escuché toda la vida esas canciones y muchas las grabé en este disco. Fue algo que necesité hacerlo. Me pareció muy familiar en el más amplio sentido de la palabra por lo que ese era el lugar para hacerlo.
¿Cómo fue arrancar a componer las primeras canciones?
Yo había ido para allá a conocer como cantaban las copleras y ahí conocí los chicos con los que grabé el disco. Ahí de casualidad grabamos una canción (“Vidala del Monte”) con la que me vine a Buenos Aires, pero pasó que con el tiempo había perdido la grabación. Un día la encontré me puse a escucharla y me generó una sensación muy linda. Justo pasaba mi viejo en su auto por lo que se la mostré y su reacción fue muy loca: al instante se puso a llorar. Obviamente al instante le pregunté “¿Qué te pasa?” (risas). Ahí me dijo: “Si vos no hacés vos algo con esto lo voy a hacer yo”. Ahí decidimos grabarlo allá porque me parecía que estaba bueno estar cerca del lugar de donde surgieron esas canciones como vidalas, o bagualas. Es toda música Andina que no está en Buenos Aires en esa misma dimensión. Las letras lo dicen. La vidala del Monte dice “Yo soy el cóndor que vuela, serenito por el aire”.Acá no veo un cóndor ni en figuritas (risas). Me fui al lugar donde si voy a poder escuchar esas cosas, el sonido del viento, escuchar a las copleras que cantan y entender por qué se hicieron esas coplas.
¿Qué sentís tienen en común esa música Andina con el rock pesado?
La fuerza. Siento que van por el mismo lado porque tanto uno como el otro son viscerales. A mí siempre me atrajeron músicas distintas entonces fue bastante normal para mi mezclarlas. Incluso mi viejo en muchos momentos mezcló estas cosas.
Pienso también en tu viejo funcionando como productor y tu relación con él desde lo musical ¿Hubo algún momento en que buscaste separarte de su obra?
Siempre respeté mucho su carrera artística. Admiro mucho lo que hizo y lo que hace. Para mí es un gran maestro. Si bien compartimos gusto hay cosas que no puedo hacer porque soy distinta. Yo comparto con él discos y escuchas de música que no son la que el escuchó toda su vida. Tal vez él me muestra a Bob Dylan a Crosby Still & Nash o a un folclorista Irlandés mientras que yo le muestro algo de Ozzy, escuchamos Sepultura o vamos juntos a ver Metallica. Es lindo que suceda eso.
¿Cómo fue entonces la participación de León como productor e incluso grabando “Las hojas tienen mudanza” de Leda Valladares?
A Leda mi viejo siempre me la presentó como una gran maestra del canto y también de la libertad de expresión. Ella también tuvo ese pensamiento de que los músicos de rock, las vidalas y las bagualas tenían algo en común. Fue ella la primera que hizo eso y lo sintió así. Por eso terminó grabando con músicos de rock. Tengo desde chica esa canción en mi cabeza y me dio ganas de grabarla. En cuanto a la labor como productor, él siempre me dice que le gustaría que el disco se presente porque lo siente como una continuación de sus ideales. Me dijo que en mi encontró como un resumen de lo que venía haciendo.
¿Hay algún antecedente musical en la familia además de León?
Mi abuelo era cantor de tangos y creo que fue uno de los primeros maestros de canto que tuve. Me sacaba con la bicicleta en un canastito que estaba en la parte de adelante y me enseñaba a cantar a afinar y me cantaba. Lo mismo con mi mamá. Entonces toda mi vida está atravesada por la música. La música te lleva por caminos que siempre te hacen levitar y te hacen ver las cosas de otra manera. Eso es lo mejor que tiene.