Fiel a su historia lo que alguna vez fue “la banda más rápida del doom” sigue cambiando sin perder su identidad.
Fiel a su historia lo que alguna vez fue “la banda más rápida del doom” sigue cambiando sin perder su identidad.
A esta altura Dragonauta es un monstruo que va tomando forma con el aporte de quienes se acercan a ser parte de su propuesta, que lejos de ser estática se transforma con el correr de los discos y de los integrantes que van pasando junto a Daniel Libedinsky quien permanece como único miembro original y líder creativo del grupo.
Esta vez con una nueva formación que incluyó al Topo Armetta en voces y bajo, Leonardo Hellgross en batería, Agustín Lomez en teclados y el estreno de Leonardo Bajar (Herpes, Amulett) en la otra guitarra; la banda mostró una nueva cara que incluso transformó las composiciones anteriores y les dio una nueva vida mientras se estrenó lo que será “Axioma Ouroboros”, el primer disco desde el regreso del Topo Armetta a la banda.
Desde hace tiempo Dragonauta fue endureciendo su sonido y alejándose del doom tradicional que inició su discografía con el genial “Luciferatu” con Federico Wolman en las voces y una formación completamente diferente. En este sentido “Entropicornio”, el único disco grabado con Lucien Kurgan en bajo y voces es el disco más extremo de la banda, llevando la propuesta hacia una faceta más deudora de Celtic Frost, del Black Metal o de propuestas como Dissection, siempre mezclada con ese toque doom que es parte de la identidad del grupo. Tal vez por eso no fue casual que Lucien haya sido invitado promediando la primera parte del set para hacer “Draconian Steel” y “Orbital Coffins”, dos canciones que tal vez sirvan para entender como fue evolucionando el sonido del grupo y cómo impacta en esta nueva época lo realizado inmediatamente en el tiempo.
Si con Lucien, la banda suena más extrema, pero con el Topo Armetta ese carácter extremo no se pierde sino que gana melodía. En este punto hoy Dragonauta es una banda donde las influencias del heavy metal con guitarras gemelas, se mezclan con una pesadez que se sostiene fundamentalmente en el trabajo de Leonardo Hellgross, un baterista bien metalero con una gran técnica y un excelente manejo del doble bombo. Con su aporte el grupo suena sencillamente demoledor, principalmente porque se ve a la banda hablando un “mismo idioma musical” más allá de la historia musical de cada uno. Cuando uno escucha canciones como “God Half Blind” o “Muerte y destrucción” se encuentra en vivo con una re interpretación de las mismas con un impecable trabajo de guitarra y con una base rítmica que hoy suena pesada, extrema y oscura por partes iguales. En este punto si mencionamos las nuevas canciones con nombres como “Axioma Ouroboros”, es claro que hoy Dragonauta va apostar a canciones largas, pesadas donde el heavy metal, lo extremo y el doom convivan sin problemas.
Con un gran sonido, especialmente a nivel guitarras Dragonauta volvió a demostrar que es una propuesta única en argentina con una mezcla tan atrapante como indescifrable. Con una incansable creatividad transformadora, la sensación es que a pesar de lo cambios todos los que siguen a la banda sienten que el grupo sigue hablando un mismo idioma donde el doom es la identidad para hacer navegar a todos hacia una pesada y oscura dimensión, un camino sin límites.