Ya comenzada la madrugada del sábado, cerca de las 2 de la mañana, ante un Salón Pueyrredón que tiene siempre tiene más mística que un gran sonido, y con más de unas cuantas almas que lo llenaban, se dio inicio al show presentación de Simple, el flamante disco de Los Antiguos.
La banda demostró a lo largo de toda la presentación que son mucho más que un grupo paralelo. La química que tienen al tocar se hace visible desde el primer riff, y si bien cuentan con un puñado de canciones, todo indica que están para grandes cosas.
No sobró absolutamente nada, desde la postura imponente hasta la lírica elocuente y obscura a la que nos tiene acostumbrados el Pato Larralde (quien se define a sí mismo como “un viejo”) y de la que hace uso en su banda Sauron, la batería siempre firme de Huija (Birror), los terribles y gancheros graves de Mow, todo esto atravesado por las guitarras de Sergio Conforti (estos últimos provenientes de Avernal) y David Iapalucci (quien hace lo propio en Anomalía). Si bien se notan trazos de las bandas mencionadas, Los Antiguos toma todos esos elementos y los amalgama para crear un sonido fresco y renovador.
La mayoría de lo que sonó en vivo es lo mismo que se puede encontrar en el disco Simple, aunque la noche tuvo sus gemas particulares. Temas como “La Gran Campana” y un estreno llamado “La culpa del viento” muestran que la banda compone activamente, y no faltaron algunos invitados destacados como Cristian Rodríguez de Avernal para acompañar en voces en “Dios de los Paganos” y JB Larralde de Sauron que subió al escenario en reemplazo de Iapalucci para poner su guitarra en “El Sureño”. No faltó el pogo durante “Los Grises” y el favorito “Hecho a mi medida” coronó un show breve pero intenso y cargado de emoción.
Los Antiguos es prueba fiel de que cuando hay un buen equipo, ideas y un puñado de buenas canciones, poco más importa. Esperamos que sigan para adelante y mostrando que la experiencia sumada puede generar algo nuevo, mayor que la suma de sus partes.