Podemos decir que Arcturus es un supergrupo, podemos decir que es el proyecto del baterista de Mayhem, Helhammer, podemos decir eso y estaríamos en lo correcto. Pero también podemos decir que desde el arranque con “Evacuation code deciphered”, Arcturus es una banda por derecho propio, que parece haber encontrado un segundo aire desde la llegada del vocalista Vortex. Salido desde alguna escena de película post apocalíptica, el ex bajista de Dimmu Borgir es un frontman un tanto extraño, tímido por momentos y caricaturesco por otros. Casi un pariente cercano de Les Claypool de Primus. Pero sin duda el cantante indicado para este grupo que no apela a voces podridas, sino al juego de las mismas.
A pesar de tener un reciente y muy recomendable disco para presentar, al ser la primera vez la banda decide hacer un recorrido general por toda su discografía, haciendo hincapié en los trabajos con Vortex en las voces. Es así como las composiciones de “Sideshow Symphonies”, generan más ruido entre el público. Y es debido destacar que, si bien no hay un gran despliegue de energía y sudor por parte de la gente, tampoco están por curiosidad. No están viendo un proyecto o una rareza, están viendo la banda que esperaban y que nunca pensaban ver; hay coros de guitarras y canto de letras incluido.
A pesar de lo complejo de la propuesta, se logra un buen sonido y composiciones nuevas como “Crashland” pueden apreciarse como son debidas. Y mientras en otras bandas los teclados son a veces un simple accesorio, acá son protagonistas y no es un dato menor, ya que el tecladista Steinard Johnsen es el cerebro detrás del grupo.
El grupo suena sólido y ensayado. A pesar de ser un grupo esporádico para sus integrantes, hay seriedad de su parte. El nuevo interés hacia el grupo y la solidez de la ejecución evidencian que no es casualidad que su último trabajo, “Arcturian”, haya recibido tantos elogios.
El momento más intenso de la noche viene del más puro black metal con “To Thou Who Dwellest In The Night” y “Raudt og svart” del ya lejano primer disco. Y aunque sea una banda experimental, todos vienen del black metal más puro y no es sorpresivo que sea donde mejor quedan parados. Es tal vez lo dinámico del show de Arcturus que hace que las composiciones más primitivas resalten más.
Al terminar el show, los músicos están un buen rato saludando al público y hasta Hellhammer nos muestra una sonrisa, con la satisfacción de un trabajo bien hecho. Hora y veinte fue más que suficiente para que Arcturus demuestre estar a la altura de su leyenda y que a pesar de su imagen caricaturesca, su música va muy en serio.