Viernes 29 Sep, 2023

Una cita con la belleza

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Crónicas | Anneke Van Giersbergen
Una cita con la belleza
Texto: Carlos Noro | Fotos: Jorge Sebastián Noro
Domingo, 17 Marzo, 2013
Vie, 15/03/2013 - 21:00
Teatro Flores ?

Desde el 2007 en el que dejó a los holandeses de The Gathering para iniciar su camino en solitario, la carrera de Anneke Van Giersbergen ha sido como mínimo variada. Ha armado su propio proyecto, Agua de Annike, con el que sacó tres discos de estudio con un perfil cuasi pop, ha hecho una genial unión transformada en disco con Daniel Cavanagh de los brillantes Anathema y ha efectuado una serie de eclécticas colaboraciones entre las que se destaca la realizada con ese genio – loco llamado Devin Townsend en el contexto de ese muy buen disco que fue Addicted. Sin embargo, no siempre lo variado significa calidad. Es indudable que la voz, de la ahora de nuevo colorada, no ha perdido la belleza y el encanto a través del tiempo, pero, como todos sabemos por detrás de todo músico hay canciones que necesitan arropar ese talento.

Everything is Changing, el álbum que la holandesa vino a presentar en esta ocasión viene a funcionar de síntesis reciente, fue editado el año pasado, sobre lo que ha pasado por la carrera y la música de Anneke en estos últimos tiempos. Tal vez por eso, no es casual que elija un tema como “Feel Alive” para iniciar su show y empezar a desgranar el primer álbum en el cual la banda lleva su nombre. La canción una suerte de relato redentor, con un aire melancólico y a la vez festivo,  empezó a dar la pauta de la empatía ente Anneke y la gente más allá de las circunstancias personales. Incluso cuando uno escucha “My Boy”, dedicada a su hijo Finn, el público se siente reflejado en la lírica y el sonido de guitarras que recuerdan vagamente a arreglos new wave, algo raro si pensamos en que cuenta una circunstancia muy personal (sus sentimientos como madre).

En este contexto, “Take me home” pasó desapercibida con su aire pop, espacio en que en ocasiones el talento vocal de Anneke quedó desaprovechado en el medio del estribillo fácil.  Por su parte “Beatiful One” fue lo contrario. Con un aire a lo Massive Attack, logró un dramatismo que en la grabación no posee,  algo que  “Fury” desestimó,  impregnando  el ambiente de alguno de los temas más bailables que posee la discografía de la holandesa; en consonancia imaginario con la propuesta de  “You Want to Break Free”.

“Circle” fue presentada, previo chiste debido a la inclinación del piso del escenario,  como un tema de amor. Con la ayuda de los teclados logró el clima de regocijo que solo ella y algunos pocos, pueden crear,  algo que el cover de Eurythmics “Here Comes the Rain Again” transformó en una descarga de intensidad.

"Llámenlo química, feeling o como quieran, pero la reacción del público dio la pauta de la veracidad de esta afirmación, algo que más tarde “Stranges Machines” se encargaría de confirmar".

A la altura de “Saturnine”, la primer canción de su paso por The Gathering se producía el primer punto de quiebre de la noche. Es indudable  que ninguno de los temas de la carrera en solitario de Anneke puede acercarse al nivel de creatividad que desarrollaron los holandeses como banda. Llámenlo química, feeling o como quieran, pero la reacción del público dio la pauta de la veracidad de esta afirmación algo que más tarde “Stranges Machines” se encargaría de confirmar en el contexto de un extraño pogo (el único de la noche) ensayado por un Teatro con algo más de trescientas personas como concurrencia.

“Stay” significó un cambio de afinación para la banda (desde ese momento sonaron algo más graves y pesados) mostrando unos de los temas más interesantes, pesados y atmosféricos que ha compuesto la colorada en este tiempo sostenido en un contundente desempeño de la banda. Acto seguido, “1000 Miles Away from You” , “Hope, Pray, Dance, Play” y el cover de Devin Townseed Proyect “Hyperdrive” constituyeron tres estados de ánimo musical. El primero, fue una balada de amor melancólico, el segundo  una pegadiza canción pop y el tercera una rockera muestra de potencia aunque sin la pesadez de la original.

Los bises comenzaron con Anneke empuñando la guitarrara acústica en soledad para una pequeña muestra de "Rockin' in the Free World” de Neil Young “me encantaría tocarla entera pero no me sale”, confesó, para luego felicitar a la Argentina por la llegada del Papa “que traiga amor y paz para todos” y realizar una bellísima versión de “My Electricity” de T.G. El cierre de este segmento fue la pegadiza “Hey Okay!” y otra de su anterior banda “Locked Away” en medio de graciosos comentarios sobre los metalheads que aún la siguen.

El cierre final fue para toda la banda a pleno ejecutando el ganchero “Witnesses” lo que dejó un sabor mixturado por varios ingredientes: por un lado Anneke sigue manteniendo su talento intacto, algo que ha sostenido su carrera solista. Por el otro, el tiempo ha dado la pauta que todavía su época en The Gathering sigue siendo el momento de explosión de sus sets. Tal vez esto presagie alguna vuelta a la magia que proponían los holandeses. Por ahora, esto no está ni en un lado y del otro. Esperemos que el futuro los traiga devuelta.

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