O´connor se presenta este 30 de marzo en The Roxy La Viola Bar. Más info acá
Hace un rato me nombrabas a T-Rex, lo cual me hace pensar en Mark Bolan y también en Bunbury que rescataste con Malón ¿Qué tienen que ver con vos?
Eso tiene que ver con la frase “Repito otras voces / Que siento como mías”(Ndr. De deshacer el Mundo de Héroes del Silencio que es parte del último disco de Malón). Un poco tiene que ver con la palabra del otro que te limita. Nosotros ya pasamos la etapa de la necesidad de pertenecer a algo y tener que esconder nuestros gustos o lo que sea. Ahí no sos libre. Por ejemplo cuando tenía quince años a mi me gustaba el rock y también bailar. Entonces tenía más amistades de la movida de ir a bailar que rockeros. Una vez vinieron un grupo de los rockeros a mi casa, vieron que tenía el primero de Serú Giran, Kiss y me dijeron “nos sabía que tenías esa música rara” (risas). En ese momento capaz que me afectó, pero hoy me rio. Entonces los que nombrás, tienen que ver con la historia y lo que fui descubriendo. Por eso tenía una remera de Bolan que decía “metal gurú” (risas), Cuando era chico me encantaba encontrar música y eso lo sigo haciendo. Es parte de lo que hago también.

¿Cómo fue ese primer descubrimiento de la música?
En mi casa se escuchaba cosas como Bill Haley and His Comets, que fue lo primero que escuché. Además había Sandro, Leonardo Favio y grupos de cumbia que tenía mi vieja. Eso fue el inicio, porque era lo que había en casa. Luego apareció The Sweet (Ndr. Grupo inglés de glam rock de los setentas). Los conocí en la casa de un amigo cuando era muy chico. Para que tengas una idea había ido a jugar a las bolitas y este pibe del que no me acuerdo el nombre, me dijo “vení vamos a escucharlos antes de que venga mi hermano porque me mata”. Puso ese, Abbey Road y Beatles for Sale. Eso me abrió la cabeza y empecé a comprarme simples. Me acuerdo que en un momento me quise comprar el simple de “Humo sobre el agua” y cuando fui a la disquería del barrio (una disquería en donde también vendían medias o sea de todo) el “disquero” me dijo “no pibe de ese no hay simple, está este” y me mostró Machine Head. Imaginate que la diferencia económica entre comprar un simple y un disco era importante, así que tuve que convencer a mi vieja para comprarlo. No me acuerdo la cara del disquero, pero agradezco porque me cambió la vida (risas).
O´connor es el proyecto más rockero en el que participás ¿Es el lugar para mostrar todo este gusto tuyo por el rock?
No es un proyecto, es un delirio (risas). Lo rockero ya estaba. Cuando arranqué no tenía muy en claro lo que quería hacer. Sí quería hacer algo que estuviera bien alejado del conflicto Malón y Almafuerte. Podría compararlo de esta forma: “la idea no era mudarme de una casa, sino ir al balcón”. Como yo no se tocar nada necesitaba alguien que componga. Empezamos a sacar algunos temas y al principio parecían rarísimos. Para mí en ese momento era una jugada re arriesgada. Yo sentía que era como volver a andar en bicicleta. Terminó siendo bien rockero, más que nada porque se fue armando así. Yo tranquilamente podría haber hecho un potpurrí con temas de Malón, de Hermética y seguramente me hubiera ido re bien. Preferí mostrar mi amor por los Beatles y por el rock. Pensaba que era deshonesto conmigo mismo hacer otra cosa. Acá está mi libertad y mi rebeldía. No me importaron esas voces de las que te hablaban antes.

¿Cómo fuiste incorporando la forma de cantar combinando dos voces?
Ya en la época de Mark 1 hay algún demo en el que canto con las dos voces. Es más la primera vez que fui a un ensayo de Hermética me propusieron cantar “Tu eres su seguridad”, la canté con la voz gruesa y Ricardo me dijo “No, cantá con la de Mark” (risas). En Malón también hay canciones con la voz gruesa y la rayada como le digo yo, pero a los muchachos no les gustaba mucho. Lo que me pasaba al principio es que a mi me encantaba combinar las dos voces porque puedo hacerlo y veía que la reacción del público a las dos voces era muy diferente. Es más te diría que la reacción a la voz gruesa no era ni buena ni mala, era indiferente. En un momento eso me condicionaba pero no le di bola. Nunca renegué de que la gente no reaccione. Me exigía a mi mismo y decía “algo te está faltando”. Por algo no llega a la gente ni genera la misma satisfacción. Con el tiempo le fui encontrando la vuelta siempre sabiendo que a mi me gusta cantar así. Esa es la clave.

Yendo al presente ¿Qué le suma Lisardo a la banda?
Se que es un muy buen guitarrista y además tienen muchas ganas. Para que tengas una idea le agarró tendinitis de tanto practicar los temas. Eso demuestra que tiene muchas ganas. Le suma buena onda y fraternidad. Incluso estamos pensando en hacer nuevos covers. Vamos a ir y a tocar. Haya uno o muchos nos vamos a divertir. Esa es la idea.