A punto de cerrar un 2018 que arrancó con dos intensos shows con el guitarrista africano Bombino (“fue un verdadero sueño cumplido traerlo”) una de las voces de Los Espíritus nos cuenta nos nombra como el I-Ching influyó a la hora de elegir el nombre de su último disco Agua Ardiente , lo relaciona con la actualidad política (“fue el olfato de algo que terminó siendo”) y adelanta un nuevo disco donde “la temática estará puesta en otro eje, porque ya condensamos bien lo que queríamos decir”, mientras afirma “nosotros hacemos nuestro propio camino”.
Pensaba un poco en el recorrido de Los Espíritus que hoy está terminando “Agua Ardiente” donde, a diferencia de los discos anteriores, decidieron probar grabar todos juntos en vivo con poco retoque en el estudio. ¿Cómo impactó esto a la hora de reproducir las canciones en vivo?
Es un proceso que empezó con la idea de tomar una fotografía del sonido del grupo, que en definitiva es lo que sale en vivo. Lo propuse para “Agua Ardiente” y fue muy simple, estuvimos ensayando tres semanas las diez canciones y en cinco días las grabamos. Cuando salimos del estudio ya teníamos el disco para tocar en vivo, ya ensayado. No hay truco de grabación, no hay truco de mezcla ni nada de eso. El disco que estamos grabando ahora se rige con las mismas pautas: ensayar, armar un sonido, trabajar una canción y después cuando vas a grabar en vivo registrar eso. Tiene más proceso previo que posterior. Nosotros ensayamos mucho, trabajamos muchos los ensayos, escuchando como funciona todo y después grabamos en vivo.
“Agua Ardiente” es un nombre que remite a lo latinoamericano al punto de que uno podría pensar tanto en la bebida alcohólica muy frecuente en los países del caribe como en un aspecto sensual ¿Cómo lo eligieron?
Todos los nombres tienen la parte inevitable que tienen que ver con que el nombre te gusta, que te gusta cómo suena al punto que decís este es el nombre del disco (risas). Por otro lado vamos incorporando cosas que van saliendo tanto en las giras, como en la cotidianeidad del grupo. Cuando estuvimos de gira en Colombia y específicamente Medellín todo el mundo tomaba agua ardiente, por lo que la palabra apareció ahí. Después cuando teníamos que hacer el diseño del disco no teníamos muy claro como ilustrar las canciones que ya teníamos en una tapa. En un momento de consulté al I-Ching y me salió “la revolución”. El hexagrama de la revolución tiene la imagen del fuego sobre el lago. Esto es por un lado la representación del cambio para los chinos y por otro lado la de lo imposible porque no hay posibilidad que del agua salga fuego. En esa representación de lo imposible para ellos está la revolución. Un poco representa la idea de que lo que pase tiene que pasar. Me gustó eso en el contexto de un disco que tenían cosas que no habíamos hecho antes: era muy político, teníamos letras que contaban a nuevo y el grupo estaba creciendo un montón por lo que la gente comenzaba a estar pendiente sobre qué íbamos a hacer. La sensación es que estábamos atravesando un cambio muy grande por lo que cuando salió revolución me pareció que tenía mucho sentido.
La tapa del disco parece muy literal respecto a esto que contás ¿Siempre fue así?
La tapa del disco iba a ser otra. Le comenté esto a Sati Pozzi, el diseñador y me dijo voy a hacer la tapa del disco y si se me ocurre algo con esto que me estás contando veo”. Entonces trajo la tapa del disco y casi finalizando la reunión nos mostró una serie de alternativas respecto al fuego sobre el lago. Ahí dijimos es esta. Nos quería matar (risas) Igualmente se puso a laburar al toque y se olvidó de la otra (risas)
El disco tiene un contraste entre cierta faceta blusera psicodélica y otra más política ¿Pensaron conscientemente este balance?
Nosotros trabajamos por canción, lo que va saliendo lo hacemos. Después en todo caso lo que hacemos es dejar canciones afuera del disco que es lo más natural pero lo que hacemos lo ensayamos y lo grabamos. Después escuchamos las letras y vemos que algunas no tienen nada que ver. Tal vez es una canción que nos gusta mucho pero las dejamos de lado porque no encajan en el balance conceptual del disco. No es que decimos vamos a hablar de esto en el disco o vamos a trabajar tal concepto.
Sin embargo “La rueda que mueve al mundo”, “La mirada” y “Las Armas las Carga el Diablo” parecen hablar un mismo idioma y refieren a una postura política clara ¿Cómo se dieron estas canciones?
Esas letras las hice yo y tienen una unión que es que salieron de una misma cabeza. Yo estaba en ese momento con esta temática, la venía pensando mucho.
¿Por qué sentías que había que decirlo de esa manera?
Siempre pasan cosas buenas y malas pero siempre hay momentos políticos malos. Siempre están pasando cosas desagradables pero creo que en estos últimos años la acumulación de malos momentos fue de otro tipo. Esto lo digo no solo por la intensidad sino por la forma en que estuvo planeado todo. Es claro que todas las políticas son decididamente anti pueblo, al punto de verlo por todos lados. Salís por el barrio y vez la cantidad de negocios que cerraron. No hace falta caminar mucho. El país tiene una historia que todos sabemos y ya hemos pasado otros momentos. En definitiva, cuando salió el disco creo que era el olfato de algo que terminó siendo. Siempre tuvimos una temática que está al alcance de los ojos. No tanto de leer el diario sino de ver la calle, caminarla, recorrerla.
Pienso en una especie de continuidad entre estas canciones y lo que contaban en “Negro Chico” ¿Lo sentís así vos también?
Siempre retratamos lo cotidiano, siempre pusimos énfasis en eso. Nos interesa. Quizá la diferencia es entre en decir existe negro chico y en “Agua Ardiente” tratar de argumentar porqué existe negro chico. Creo que en el blues y en el rock hay un montón de historias de gente marginal pero casi nunca se preguntan por qué pasa eso, cuál es el poder que hace que suceda eso. Vivimos con la creencia que formamos parte de una democracia y de pronto pasa lo que le pasa al protagonista de The Truman Show, cuando el tipo toca el cielo y se da cuenta que es de plástico. La democracia me da la sensación de que es un cielo que te dicen que está, pero te piden que no lo toques mucho. Un poco te dan a entender que no tenés límites pero no cabe duda que los hay.
Entonces estas canciones son una respuesta a un aquí y un ahora que en el próximo disco puede ser distinto...
Yo creo que sí. No deja de ser algo así como un momento. En el disco nuevo la temática está puesta en otro eje porque ya condensamos muy bien lo que queríamos decir. Cualquiera que escucha Los Espíritus tiene bien en claro qué es lo que pensamos por lo que no queremos quedar presos de un discurso, ni teniendo que bajar línea porque ridiculizaría lo que hicimos. Por eso ahora estamos sobres cosas nueva, curiosidades nuevas y viendo otras cosas.
Llama la atención de que a pesar de que las canciones tengan cierta impronta referida a lo argentino desde los lírico hay un público latinoamericano que se siente identificado con ustedes ¿Desde qué lugar los convocan?
Desde el neoliberalismo que está destruyendo Latinoamérica (risas). Nosotros fuimos a tocar a México y un tipo nos dijo el negro chico también está acá. En Venezuela alguien nos dijo lo mismo. Te das cuenta que toca algo que pasa en distintos lados. La música siempre está puesta en el lugar del entretenimiento por lo que cuando aparece una música que habla de la cotidianeidad de la gente lo recibe de otra manera. Creo que siente cierto alivio de ver que alguien siente algo parecido.
Siguiendo un poco con esta idea de las distintas maneras de convocar al público siempre me llamó la atención como fueron construyendo un público ecléctico en donde hay mucha presencia femenina, rockeros, indies, gente que baila con las canciones en definitiva de una diversidad hiper interesante ¿Cómo ven eso ustedes?
Nosotros observamos lo que se genera en los recitales pero hacemos nuestro propio camino. Reclamos siempre hay a nuestro alrededor referido a si somos más rockeros, menos rockeros, con más contenido político o no. Siempre va a existir esto. La música no deja de ser un acto en el que vos expresás lo que realmente querés. Hay música complaciente que la podés escuchar en la radio, la podés ir a a ver y está todo bien. Nuestra función no es complacer ni reunir gente. Ya bastante con toda la gente que nos viene a ver que es mucho más de la que esperábamos.
¿Por qué te parece que se produjo este salto de convocatoria en este momento para ustedes?
No tenemos ni idea. Si supiéramos como hacerlo lo podríamos enseñar. Nuestra música es rara, hay poesías que son abstractas. Por ejemplo “Alto Valle” es una canción surrealista. Hay otras más políticas que por ejemplo antes de que salgan estaba la sensación de que duda, es más muchos alrededor nuestro nos decían esto no va gustar, no por mala onda ni nada sino como opinión. Nosotros preferimos hacer la nuestra sabiendo que nos puede ir bien o mal, no es mucho más que eso.
Arrancaron el año tocando con Bombino ¿A la distancia que les produjo este cruce?
Todo lo que buscamos en la música estuvo en ese cruce. Primero que era soñado porque antes de los shows ponemos un tema de Bombino y es una especie de llamado para empezar. Por eso cuando nos enteramos que venía a Latinoamérica empezamos a gestionar con la gente de Niceto la posibilidad de traerlo. El día que confirmó nos pusimos muy contentos. Le contamos que estábamos grabando una canción en los estudios Ion y que queríamos invitarlo a zapar. Fueron tres días increíbles en los que tocamos, zapamos y estuvimos en otro planeta literalmente (risas). Para mí hoy no sé si hay otro guitarrista que pueda hacer lo que él hace.
Me imagino que culturalmente debe haber sido todo un desafío comunicarse con ellos ¿Cómo hicieron?
Yo no sé francés entonces ni hablé. Nuestra comunicación era agasajarlos. Quisimos tratarlo como quisiéramos que nos trataran a nosotros. Entonces nuestra relación fue casi telepática a pesar de haber estado tres días juntos. Siempre tratamos de que estén distendidos. La verdad es que estuvo buenísimo.
Los Espiritus Cierran el año viernes 30 de Noviembre a las 22 hs (+18) y sábado 1 de Diciembre a las 19 hs (ATP) en el Teatro Flores.
Las entradas se consiguen en Om Discos y Samy Records (Disquería) o por sistema TuEntrada